El boliviano que superó a Ronaldo y Shevchenko y hoy está muy lejos del fútbol

Vivió momentos de gloria, pintaba como para ser uno los mejores goleadores del mundo, y de hecho lo fue, al menos una vez. En 2001 con 42 tantos anotados en un año calendario, José Alfredo Castillo, “el enamorado del gol”, fue Bota de Oro, superando a delanteros como Ronaldo el brasileño, Shevchenko, Hernán Crespo, entre otros delantero que jugaban en los mejores equipos del globo terráqueo.
 

El ‘Picaro’, fue sido elegido por la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Futbol (IFFHS) como el mejor goleador del mundo de un equipo de primera división en la temporada 2001. En la lista de los diez mejores goleadores, publicada en su momento por la IFFHS, figuran nada menos que ocho sudamericanos, entre ellos Castillo, del Oriente Petrolero Santa Cruz, con 42 goles en toda la temporada.

En esa ocasión, el segundo puesto lo ocupa el mexicano Jared Borgetti, del Santos Laguna de Torreón, con 41 tantos, quien se perfilaba como máximo goleador hasta que Castillo consiguió sobrepasarle en el último partido de la temporada al marcar dos goles contra el Bolívar La Paz. El sueco Henrik Larsson, del Celtic de Glasgow, ocupó el tercer puesto de esta clasificación de los diez mejores, en la que junto a él tan sólo hay un segundo jugador que no es de origen latinoamericano, el yugoslavo Petar Divic, del OFK Belgrado, en el octavo puesto.

Este no fue el único reconocimiento internacional para el jugador boliviano, ya que también se encuentra entre los goleadores del siglo XXI con 268 tantos anotados, que lo posiciona en la octava colación en un top ten liderado por Lionel Messi con 474 tantos, seguido por Robert Lewandowski 312 y Cristiano Ronaldo con 311.

Convirtió goles de todo tipo y colores, paseo su futbol por Sudamérica y Centro América, jugando para  para Oriente Petrolero, Bolívar, Tecos (México), Rosario central (Argentina), O’Higgins (Chile), Atlético Mineiro (Brasil), Blooming, Guabirá, Sport Boys y Real Santa Cruz.

Actualidad del pícaro 

Lejos de las canchas y con un carrera de más de 20 años, decidió descansar para al menos un tiempo disfrutar de su familia y negocios privados.